El pasado 30 de enero fue el Día Escolar de la No Violencia y la Paz. Desde Aula Campus quisimos darle la importancia que se merece un día como este, en el que se pretende recordar lo que por desgracia es cada vez menos habitual, la no violencia en el aula. Con esta finalidad durante el descanso se leyó un manifiesto que pretende mostrarnos la realidad en la que por desgracia vivimos.
Una sociedad que ya se está acostumbrando a convivir con la violencia. Es nuestro deber como centro de formación darle importancia a hechos y acciones relacionadas con la paz, fomentar siempre el RESPETO hacia los demás.
Este es el texto que leyó la directora Belén López, delante del alumnado de ciclos formativos y formación profesional básica. Entre todos se posicionaron en el Passeig del Rajolar formando el símbolo de la paz.
Buenos días,
Hoy día 30 de enero, celebramos el día Escolar de la No Violencia y la Paz. Una jornada educativa enfocada a una educación no-violenta y pacificadora de carácter permanente. Celebrada hoy, en el aniversario del fallecimiento de Mahatma Gandhi un hombre que instauró programas de protesta basados en el rechazo absoluto a la lucha armada y dedicó su vida a la predicación de la no violencia.
Fomentar hoy estas acciones resulta difícil puesto que estamos rodeados de violencia en nuestro entorno más cercano y resulta preocupante que ya no nos escandalice, que nos hayamos acostumbrado a esa lacra. Telediarios llenos de guerras, muertes violentas a manos de personas conocidas, faltas de respeto entre nuestros representantes gubernamentales, e incluso entre miembros de los mismos partidos políticos y lo más preocupante, las continuas noticias de acoso escolar, agresiones entre menores, suicidios de chicos y chicas cansados de soportar los continuos insultos de sus compañeros porque a éstos les parece gracioso meterse con el débil y que se escudan en un lamentable “no sabíamos que le molestaba” o “para nosotros no son insultos porque nos llamamos así”. Nuestra juventud se divierte viendo videos vejatorios, que alcanzan miles de seguidores en las redes sociales por el simple hecho de insultar o pegar a alguien. Triste, muy triste ver que nos divertimos con el dolor y el sufrimiento ajeno, porque claro está si esa persona fuera de nuestro entorno, lo tienen claro “le partiría la cabeza”. LAMENTABLE.
Hoy en día que tanto tiempo se invierte en la educación en valores, se siguen repitiendo las continuas muestras de falta de ellos, este es un momento de reflexión ¿en qué estamos fallando? Días como este son necesarios, que nos hagan recordar que otra forma de vida es posible y que el cambio está en nuestra mano.
Desde aquí nos sumamos a la educación en valores, al RESPETO por encima de todo y de todos, a utilizar la empatía para saber realmente cómo me sentiría yo si me hicieran lo que yo estoy haciendo.
Me gustaría guardar un minuto de silencio en memoria de aquellas personas que han fallecido de manera totalmente injusta en actos violentos que podían haberse evitado si las personas fuéramos de otra manera.
Muchas gracias.